El
interferón beta es el primer tratamiento aprobado para la esclerosis
múltiple remitente-recurrente.
Se incluyen Avonex®, Betaferon®, Extavia® y Rebif®;
todos indicados para las formas de EM que cursan con brotes. El
primero en salir al mercado fue Betaferon®, en 1993. Estos
medicamentos son inyectables, bien por vía intramuscular
o por vía subcutánea (bajo la piel), y los pacientes reciben
instrucciones para la correcta administración en sus casas,
ayudándose de jeringas precargadas o dispositivos autoinyectores. La
frecuencia de las inyecciones varía desde una vez por semana a una
inyección cada 48 horas, en función de la dosis y del tipo de
medicamento.
Los
principales efectos secundarios del interferón beta
son los síntomas pseudogripales y las reacciones en el lugar de la
inyección. Los síntomas pseudogripales incluyen fiebre,
escalofríos, sudores, dolor muscular y cansancio. Para calmar estos
síntomas, se recomienda tomar ibuprofeno, paracetamol o naproxeno
unos minutos antes o después de cada inyección. Para aliviar las
reacciones en la piel, como hinchazón, enrojecimiento y dolor, es
conveniente que la inyección esté a temperatura ambiente; aplicar
frío antes y después; y rotar las zonas de inyección.
Otros
efectos secundarios más serios pero menos comunes del interferón
son reacciones alérgicas, depresión y problemas de hígado. Es
necesario realizar análisis de sangre periódicamente para
controlar la función hepática. Algunos pacientes podrían
desarrollar anticuerpos y volverse inmunes al interferón beta, lo
que requeriría un cambio de tratamiento. No todos los pacientes
experimentan los mismos efectos secundarios con la misma frecuencia.
Por ejemplo, los síntomas pseudogripales pueden ser más comunes al
comienzo del tratamiento.
Otro
tratamiento de primera línea: Copaxone®
Copaxone® (acetato
de glatirámero) fue aprobado en 1996 para tratar la esclerosis
múltiple remitente-recurrente. A fecha de mayo de 2013, era el
medicamento prescrito más frecuentemente para las formas de EM con
brotes.. Copaxone® se administra a diario mediante una inyección
subcutánea.
Los
efectos secundarios típicos incluyen reacciones en el lugar de la
inyección, rubor, dolor en el pecho y reacciones después de la
inyección que suelen durar de 15 a 30 minutos y desaparecen sin
tratamiento, como ansiedad, palpitaciones y dificultad para respirar.
Para
estados más avanzados: Tysabri®
Tysabri® (natalizumab),
aprobado en 2006, se utiliza en pacientes con brotes que no toleran o
no han respondido a tratamientos como los anteriores. Se
administra cada 4 semanas (una vez al mes) mediante infusión
por vía intravenosa en un hospital de día. Es incompatible
con otros tratamientos para EM.
Algunos
pacientes podrían desarrollar una rara enfermedad llamada
leucoencefalopatía multifocal progresiva (PML por sus siglas en
inglés), causada por el virus JC, para el cual no hay un tratamiento
específico. Por eso en algunos países se estableció una
distribución restringida de Tysabri® que asegura un control
estricto de su administración y una respuesta más rápida a
cualquier posible efecto secundario severo.
Estos
tratamientos modificadores de la EM ayudan a reducir el
número y la frecuencia de los brotes, así como la progresión
de la enfermedad. Los brotes normalmente se tratan
con corticoesteroides para reducir la inflamación,
por ejemplo prednisona oral o metilprednisolona intravenosa
(Solu-Medrol®). La plasmaféresis se ha utilizado
para tratar síntomas severos en algunos pacientes que no responden a
los corticoides.
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